LOS FINALES PERFECTOS... ¿EXISTEN?

     ¡Hola a tod@s!

     Hoy quiero hablar de lo más importante en el argumento de una historia: el final. Y es que con las novelas ocurre lo mismo que con las pelis; hemos podido estar encantados desde que las empezamos, pero si el final no nos gusta, esa película o ese libro perderá todos los puntos a la hora de calificarlos. También puede ocurrir lo contrario, es decir, empezamos a leer un libro sin mucho interés porque no nos está enganchando demasiado y, de repente, ocurre algo que nos empuja a seguir y, después, el final del mismo hace que lo consideremos como una historia apasionante. No obstante, creo que esto puede pasar más con las películas que con los libros, porque mucha gente si empieza un libro y no le gusta, vuelve a dejarlo en la estantería. Salvo que tengan esa rara manía de no querer dejar ningún libro a medias, y sigan leyendo hasta terminarlo...

    Está claro que lo ideal es poder enganchar al lector desde el minuto uno, prometer una buena historia, conseguir contarla y, además, dar con ese final sorprendente que haga de esa novela un buen libro. Sin embargo, para poder considerarse un "buen final", ¿creéis que debe terminar siempre bien? Me explico. En ocasiones, hemos podido leer novelas que nos han enganchado y hemos ido imaginando cómo queremos que se cierre cada una de las historias que la forman. Después, cuando hemos llegado a ese desenlace tan esperado, quizás, siendo un poco críticos, hemos pensado que "no es creíble", que el escritor "no ha sido original", o que "ha sido demasiado positivo"; o incluso que era muy "obvio" ese desenlace. Es cierto que, tal vez, para que sea un "final creíble", no debe terminar siempre bien.

    Sin embargo, ¿para qué están las novelas si no es para soñar? A veces nos sumergimos en una historia para desconectar de la rutina -por no decir la mayoría de las veces-, y es importante tener en cuenta esto, porque un final feliz puede alegrarnos el día. No obstante, la vida no es "perfecta", por lo que existirán lectores que esperarán un final más coherente, cercano a la realidad que nos rodea. En mi caso, no os voy a engañar, prefiero un final feliz. Pero aquí, nos adentramos en otro debate... ¿Cómo valoramos que ese final es, realmente, un "final feliz"? Está claro que nunca va a existir un final que guste a todos; lo que podríamos llamar "un final perfecto". Hay gente que prefiere, por ejemplo, los finales abiertos, para dar rienda suelta a la imaginación y pensar en un desenlace propio y personal. Otros, sin embargo, prefieren que queden todas las tramas bien atadas y terminadas, sin insinuaciones ni tapujos; y he de decir que yo me incluyo en este segundo grupo. Aunque confieso que, cuando escribo, me pasa todo lo contrario. Me gusta pensar en finales que dejen abierta la puerta a la imaginación del lector; aunque no siempre lo hago. También puede que dependa mucho del tipo de historia. Además, tenemos que pensar que, cuando leemos un libro, puede que nos pongamos en el lugar del protagonista, pero también habrá lectores que, de alguna manera, tengan empatía con el antagonista, y por eso deseen que no le vaya del todo mal a esa persona que está tratando de estropearlo todo en la historia. ¿Entonces, qué tipo de final se espera? Quizás lo "ideal" sea el equilibrio: que al "bueno" le salgan bien las cosas en su justa medida, y que el "malo" tenga su escarmiento pero sin llegar a ser crueles.

    ¿Y para vosotros? ¿Qué debe tener un buen final? ¿De verdad existe en una historia el "final perfecto"?

    ¡Hasta el lunes que viene! ¡Feliz semana!