lunes, 25 de julio de 2022

LECTURAS VERANIEGAS

    ¡Hola a tod@s!

    Hace poco leí una frase que me hizo gracia y, a la vez, me dio la idea para la entrada de hoy del blog. Decía así: "el verano no es para los libros; más bien es para los lectores perezosos, esos que siempre encuentran un pretexto durante el resto del año para posponer lecturas y en vacaciones se quedan ya sin excusas para huir de la letra impresa".

    La verdad es que yo no comparto esta afirmación, pero me sacó una sonrisa. No obstante, pienso que la mayoría de la gente que no lee de forma habitual es porque no tiene tiempo para dedicar a la lectura; ya sea por trabajo, por obligaciones familiares o por cualquier otro motivo. Quizás existan personas que aquí apliquen lo típico de "querer es poder", pero tal vez también influya el estado de ánimo, el cansancio, la rutina... Y, probablemente, antes de coger un buen libro en esos ratitos que se podrían "sacar" para leer, lo que más se necesite debido a ese modo de vida es descansar, es decir, dormir. Y es en vacaciones cuando podemos disfrutar de la lectura porque el ritmo de vida es menos estresante, y disponemos de tiempo para poder dedicarlo a lo que queramos sin esa rutina diaria que nos obliga a ajustarnos a unos horarios. 

    De todos modos, yendo más allá, también creo que existen lecturas "para el verano"; es decir, libros que pensamos que lo mejor sería leerlos en época estival. Como ya hemos hablado en otras ocasiones, es muy cómodo escuchar una historia a través de la aplicación audible, o leer una novela desde el móvil. Sin embargo, creo que existen libros que "merecen" ser leídos y disfrutados de la forma tradicional, y, en mi caso, es en verano donde entra este formato. Son esas novelas catalogadas como "lecturas veraniegas". 

    Hace unos meses compré un libro de Nicholas Sparks que todavía no he empezado a leer. Se titula: "En nombre del amor" -del que os hablé de él en su día, cuando lo adquirí-, y aunque la idea era empezar a leerlo cuanto antes, al final lo reservé para el verano, en concreto para agosto, porque creo que va a ser una historia muy bonita y especial, y preferí guardar el libro para esos ratitos en los que la brisa y el buen tiempo serán los aliados para sostenerlo en las manos y poder disfrutar de él.


    Hay años que no puedo cumplir con mis "lecturas veraniegas", aunque siempre me propongo terminar una novela en concreto, porque creo que ese libro debe ser considerado para mí como "la lectura del verano". No obstante, este año también tengo en mente leer dos novelas más, una de ellas, la que ya os comenté: "Entre viejos desconocidos", que la compré hace poco; y otra que se llama: "El secreto de la señora Avignon". Por cierto, con esta última, el escritor, Pablo Poveda, participa en el concurso literario que realiza Amazon todos los años, y me gustaría leerla antes de que termine el plazo para poder aportar un comentario que pueda ayudar al autor. Este es el motivo por el que he empezado ya a leerla; a pesar de no haber terminado de escuchar la novela "Misión olvido", de María Dueñas, de la que os hablaré en otra ocasión. 

    ¿Y vosotros? ¿Tenéis una lista de vuestras lecturas de verano? ¿Pensáis que existen novelas que se deben dejar para esta época vacacional?

    ¡Hasta el lunes que viene! Gracias por estar ahí.

    ¡Feliz semana!

lunes, 18 de julio de 2022

EL TRANSCURSO DE UNA NOVELA

     ¡Hola a tod@s! 

    Como ya sabéis, a la hora de escribir una historia es importante que tengamos en cuenta una serie de características para dar sentido a lo que queremos contar. Hemos hablado en alguna ocasión de los personajes, del tipo de narrador, del género literario... Pero, existen también determinados recursos que debemos utilizar para que la trama tenga sentido y sea más atractiva para el lector. Entre los más importantes destacamos la ambientación, es decir, recrear el mundo que rodea al protagonista, teniendo claro el transcurso de nuestra novela. Es imprescindible explicar lo que les ocurre a los personajes, pero debemos especificar también dónde se encuentran y cuándo están sucediendo esos acontecimientos concretos para darles veracidad y crear emoción. De esta manera, construiremos un vínculo con el lector que hará que se crea la historia que estamos contando, y que quiera seguir hasta el final para saber cómo termina.

    No obstante, estos datos son básicos para dar esa credibilidad tan necesaria. Sin embargo, creo que hay que tener cuidado, sobre todo, con el año en el que basamos nuestra novela, es decir, analizar muy bien "cuándo transcurre". Por ejemplo: ¿os habéis planteado alguna vez cuándo aparecieron los primeros teléfonos móviles en España? ¿Y cuándo empezó a utilizarse Internet como medio de comunicación? ¿Y las redes sociales? Dependiendo del modo que se relacionen nuestros personajes en la historia, tendremos que analizar este tipo de detalles y barajar un año u otro para que transcurra nuestra novela. Ya que no será en absoluto viable que el protagonista envíe un wathsapp con su teléfono móvil en los años noventa.  

    En general, nos hemos familiarizado tanto con las tecnologías que nos rodean que quizás tengamos la sensación de que llevan con nosotros mucho tiempo; pero no hace tanto que utilizamos los móviles del modo que lo hacemos hoy en día. Estos datos, cuando vamos a escribir una historia, como digo, son muy importantes, y debemos tenerlos en cuenta si queremos que nuestra novela funcione. Por poner otro ejemplo, si estamos escribiendo una novela histórica, basada en el siglo XII, no podemos introducir un ordenador portátil como medio de trabajo de uno de los personajes en aquella época; aunque la trama en sí sea totalmente inventada deberemos respetar su "ambientación". De lo contrario, no será creíble y más bien se convertirá en un fiasco para el lector. 

    Además de estos detalles, que creo que son lógicos e imprescindibles a la hora de construir una historia sólida, quiero ir un poco más allá y plantear otro tipo de dilema, que creo que sería interesante para un debate: ¿Os imagináis leer o escribir una novela que transcurra en el año 2020 y que cite el mes de mayo, por ejemplo, como el preferido por el protagonista porque fue cuando pudo viajar a otro lugar y conocer a su gran amor? ¿Creéis que basarse en ese mes y en ese año en concreto -teniendo en cuenta que coincide con los meses de confinamiento debido a la pandemia que nos ha tocado vivir- le quitaría fuerza y credibilidad a la historia? 

    Está claro que cuando nos sumergimos en una novela tratamos de evadirnos de la realidad que nos rodea y, aunque la historia que estamos leyendo transcurra durante el año 2020, quizás no pensemos en que fue "el año del confinamiento" y del "estado de alarma". Sin embargo, a la hora de escribir, yo trato de evitar basarme en estos años de la pandemia porque pienso que le restarían fuerza a la historia; salvo que realmente quiera escribir sobre este tema, como hice con el relato "Amor callado" -os dejo el enlace por si no lo habéis leído-, que de forma necesaria tenía que hacer referencia a esas fechas. 

    ¿Vosotros qué pensáis? ¿Se deberían evitar escribir historias que transcurran durante la época más dura de la pandemia, o cuando se trata de ficción no importan este tipo de detalles?

    ¡Hasta el lunes que viene! Gracias por estar ahí.

    ¡Feliz semana!

lunes, 11 de julio de 2022

¿A QUIÉN LLAMAMOS "ESCRITOR"?

     ¡Hola a tod@s!

   Hace dos semanas estuvimos hablando sobre las formas que utilizan los escritores para escribir. Ahora bien... ¿Qué es un escritor y cuándo lo consideramos como tal? Si buscamos en Internet, podemos encontrar distintos significados. El primero de ellos es: "persona que se dedica a escribir obras literarias". Como una definición más amplia, podemos decir que "un escritor es una persona que usa palabras escritas en diferentes estilos y técnicas para comunicar ideas". Hace poco leí un comentario en las redes que la verdad es que me llegó y me hizo pensar, y era el siguiente: "al final, van a existir más escritores que lectores; cualquiera puede publicar un libro". Y yo me pregunto: ¿podemos llamar "escritor" -con todo lo que abarca este significado-, a una persona que ha publicado un libro? Creo que entonces lo primero que tendríamos que tener en cuenta es, partiendo del significado inicial al que he hecho referencia, cuántos libros ha publicado esa persona y, además, qué calidad tiene la obra que ha publicado. A partir de ahí, quizás, podría empezar a considerarse escritor o no.

    La persona que publicó este comentario creo que en parte sí que puede que tuviera razón: hoy en día, y gracias a Amazon, cualquiera puede publicar un libro. En cambio, hay algo en lo que discrepo, y es que para poder considerarse a esa persona "escritor" creo que hace falta mucho más que la publicación de un libro. Por ejemplo, podríamos pensar en gente famosa que ha publicado libros, y creo que no por ello los podemos considerar escritores. Por otro lado, también sería interesante hacer dos distinciones claramente diferenciadas: el escritor profesional, y el escritor aficionado. Ambos son considerados escritores, pero desde puntos de vista muy distintos.


    No obstante, me gustaría compartir las palabras que dijo Luis Alberto Santamaría, autor del libro "Entre líneas" -novela ganadora del premio literario de Amazon en 2021 que, por cierto, acabo de comprar "Entre viejos desconocidos", que es la tercera entrega de la serie de Mónica Lago, como a algunos ya os he comentado en alguna ocasión-, en su último directo: "Un escritor no lo es porque publique un libro, ni porque tenga cien lectores; ni siquiera porque gane un premio. Eso no es un escritor. Un escritor es cualquiera que, día a día, se sienta en su mesa y escriba. Da igual que vendas mucho o que vendas poco. Da igual que tus libros sean buenos o que sean malos para la crítica o para los lectores, eso da igual. Si tú te labras el hábito de escribir 1.000 palabras al día, 500... 2.000...lo que sea, y vas sacando un libro, otro libro, otro libro... con el tiempo, ahí ya eres un escritor... Y no solo tendrás ese hábito, sino que irás puliendo y perfeccionando tu estilo narrativo". 

    La verdad es que no podría estar más de acuerdo con él. Y es aquí donde entraría el verdadero significado de "escritor": el que podríamos llamar como el "escritor profesional". Este tipo de escritores suele escribir todos los días, se marca un sistema de trabajo, se imponen objetivos y tienen un lugar donde dedicarse a la escritura. Con respecto a esta definición, hay gente que relaciona directamente un escritor con una persona que vive de lo que escribe, y que no tiene ninguna otra ocupación más que la escritura. Otras personas añaden, en cambio, que un escritor como tal es todo aquel que recibe incentivos económicos por comercializar en el mercado de la literatura lo que redacta -aunque no sea suficiente para vivir y ejerza otras profesiones-. 

    En definitiva, desde mi punto de vista, creo que un escritor es el que, pese a dedicarse a otra profesión, hace de la escritura su rutina diaria convirtiéndola en un modo de vida, lo que le lleva a publicar libros cada cierto tiempo haciéndose un hueco entre el mundo de la literatura

    ¿Y vosotros qué pensáis? ¿Cuándo podemos considerar a alguien "escritor"?

    ¡Hasta el lunes que viene! Gracias por estar ahí.

    ¡Feliz semana! 

lunes, 4 de julio de 2022

COLINAS NEGRAS - NOVELA DE NORA ROBERTS

    ¡Hola a tod@s!

    Me gustaría retomar la costumbre de recomendaros libros que he leído; hace dos semanas os hablé de Mary Higgins Clark, y hoy quiero volver a nombrar a la gran escritora Nora Roberts para destacar otra novela de ella. Lo cierto es que no me acordaba de esta obra; pero el otro día estuve reorganizando los libros de "mi biblioteca particular" y, al verlo, pensé que merecía dedicarle una entrada en el blog. Lo leí hace años; sin embargo, al echarle un vistazo a la sinopsis tras tenerlo en las manos sentí como si la historia volviera a mi mente. Y, al recordarla, me hizo sonreír. Fue de los primeros libros que leí de esta autora, y la verdad es que lo considero especial. Además, pese a ser bastante voluminoso -tiene un total de 509 páginas-, no se me hizo pesado y lo leí en muy poco tiempo. También he de añadir que es de los pocos libros que tengo con tapa dura, y eso lo hace aún más especial, por no hablar de la preciosa cubierta:

 Un viaje a las agrestes Colinas Negras de Dakota del Sur, en cuyos bosques se esconden sombríos secretos, los depredadores acechan a sus presas y una amistad de la infancia se convierte en un apasionado amor.

Nadie conoce la belleza y los peligros que encierra el paisaje indómito de las Colinas Negras, en Dakota del Sur, como Copper y Lillian. El niño tímido de la gran ciudad y la niña emprendedora del campo lo recorrieron juntos, palmo a palmo, durante esos veranos interminables de la infancia, cuando la aventura esperaba en cada recodo del sendero. Años después, aquellas mismas montañas fueron el escenario de ese primer beso y de ese primer amor que se graba en el alma.

Y entonces la vida los llevó por caminos distintos. Coop decidió quedarse en la Gran Manzana y, rompiendo la tradición familiar, dejó los estudios de Derecho para hacerse detective. El amor por los animales y la naturaleza llevó a Lil primero a la universidad y luego a viajar, como bióloga, por todo el mundo.

Doce años después de que caminaran juntos de la mano, el destino los ha traído de vuelta a las Colinas Negras: Coop, para tomar las riendas del rancho de sus abuelos y convertirlo, definitivamente, en su hogar; Lil, para hacer realidad su sueño de crear un refugio para los pumas y otras especies en peligro en sus añoradas montañas.

Ha pasado el tiempo, pero ninguno de los dos ha conseguido olvidar el sabor de aquellos días del pasado, el estremecimiento que les recorrió la primera vez que vieron un puma entre los árboles ni la aterradora imagen del excursionista cuyo cadáver descubrieron una tarde y cuyo asesinato nunca se resolvió. Pero mientras ambos se adentran de nuevo en el territorio familiar e inhóspito a la vez del amor verdadero, algo o alguien despiadado y feroz les sigue el rastro con el único objetivo de convertirles en su próxima presa.

Una historia de amores y odios imperecederos,

de animales salvajes y de paisajes bellos y recónditos

donde únicamente rige la ley de la naturaleza.

    Como os decía, la lectura es amena y la trama es muy interesante y entretenida. Aunque se podría decir que tiene un final previsible, eso no es ningún inconveniente para seguir leyendo hasta el final, puesto que no la hace menos intrigante. Lo cierto es que cada uno de los acontecimientos que van ocurriendo te empuja a que no quieras abandonar la historia. Cada capítulo forma una pieza clave para llegar a construir una preciosa novela llena de sentimientos y emociones. Vemos los vínculos que hay entre Lil y Coop; la unión de la familia de ella con los abuelos de él; así como la fuerte conexión entre Lil, el puma y la naturaleza. Se trata de un libro lleno de amor, amistad y suspense que no deja indiferente. 

    Si habéis leído alguna novela de Nora Roberts sabréis que tiene mucha dulzura a la hora de escribir. Crea personajes reales y muy bien construidos, lo que hace que la historia te atrape desde la primera frase. Hasta el momento, ninguna de sus obras me ha decepcionado, y en cada una de ellas se aprecia ese estilo único que la caracteriza y la convierte en una autora excepcional -por algo es considerada la escritora favorita de América-. 

    ¿Qué impresión os causa el libro? 

    ¿Os animáis para vuestra siguiente lectura o ya lo habéis leído?

    ¡Hasta el lunes que viene! Gracias por estar ahí.

    ¡Feliz semana!