¡Hola a tod@s!
Con las nuevas tecnologías se han dejado atrás algunas bonitas costumbres, y de eso quiero hablar en la entrada de hoy. En concreto, de las formas que existían antes para escribir una novela y las opciones que existen y se utilizan ahora. Es evidente que los avances de los que disponemos hoy en día nos facilitan mucho la vida. Sin embargo, desde mi punto de vista, el escribir en digital hace que se pierda un poco la magia. Es decir, creo que, de alguna manera, cambia esa sensación de estar creando una historia. No obstante, al escribir con un teclado -sobre todo quien posee un poco de velocidad- se ahorra mucho más tiempo que si lo hiciéramos a mano, pero también tiene algún inconveniente el hecho de tener nuestra historia en un ordenador -ya sea portátil o de sobremesa-.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que un ordenador posee un disco duro que no es inmortal, es decir, puede fallar y correr el riesgo de perder toda la información que habíamos guardado en él -existen expertos capaces de recuperar gran parte de los archivos, pero podemos tener la mala suerte de que no consigan salvar justo los que deseamos-, por eso es recomendable tener una copia en alguna parte. En mi caso, lo que hago es enviarme el documento o documentos al correo electrónico o al drive, ahí es el lugar más seguro.
Por otro lado, y como he comentado antes, creo que al escribir en digital se pierde un poco de sensibilidad a la hora de querer transmitir lo que queremos expresar. Por ejemplo, Pablo Neruda -que como sabéis, fue un gran poeta-, solía escribir a máquina; sin embargo, en una ocasión se lastimó un dedo, y tuvo que volver a utilizar la pluma y el papel. Cuando se recuperó de su lesión, quiso volver a escribir a máquina, pero se dio cuenta de que su poesía era más profunda cuando escribía a mano.
Como tercer inconveniente de escribir en digital, me atrevería a decir que puede ser un método que nos distraiga más, puesto que tenemos a nuestro alcance Internet y eso hará que nos dispersemos y no nos concentremos íntegramente en el trabajo que queremos llevar a cabo. Como consejo, se recomienda desconectarlo, porque de esa manera no tenderemos a querer visitar páginas para navegar o redes sociales que nos alejarán de nuestro objetivo.
Además, otro problema que podría plantearse es que algunos opinan que mirar una pantalla -ya sea la del ordenador o la de nuestro móvil, ya que hay gente que también escribe de forma habitual en su teléfono, por ejemplo utilizando la aplicación Wattpad-, es más perjudicial para nuestra vista que escribir sobre un folio en blanco o sobre una libreta. Claro que podemos debatirlo, alegando que existen múltiples posibilidades para poder ajustar el brillo a nuestros ojos de modo que sea lo menos dañino posible.
Como un último inconveniente podríamos decir que, al escribir en digital, puede que releamos lo que hemos escrito y que no nos guste; por lo que de repente podríamos obsesionarnos con modificar esos párrafos y llegar a un momento de bloqueo, o bien, podemos seleccionar los textos y borrarlos. Y tal vez nos arrepintamos de ello al día siguiente. En cambio, si lo hacemos en papel, simplemente tacharíamos y seguiríamos escribiendo, pero de alguna manera podríamos saber lo que habíamos escrito porque no lo perderíamos para siempre, puesto que seríamos capaces de ver lo que hemos "eliminado".
Sin embargo, aunque existan estos inconvenientes, son muchas las ventajas que tiene el escribir en formato digital. Además, lo que he expuesto hasta ahora quizás solo sea apreciado por autores que escribían en un primer momento en papel, y ahora lo hacen en formato digital. Los que comienzan directamente con un ordenador creo que no tendrán estas impresiones -sobre todo con respecto al segundo inconveniente que os comentaba antes, al hablar de la "magia"-, ya que todo depende mucho de nuestras costumbres. Hoy en día, las posibilidades de que una persona que empieza con la escritura lo haga utilizando el método tradicional son muy bajas, porque lo más normal sería que no lo hiciera a mano, ni siquiera en una máquina de escribir -puesto que ya prácticamente ni se ven-, sino que lo más probable es que utilizara un ordenador, o bien, como he dicho antes, su móvil. Esto ocurre porque ya ha nacido con estas tecnologías. Lo mismo que sucede con el método de enseñanza en muchos colegios; los niños se manejan con un portátil o una tablet como lo hacíamos nosotros con un libro físico, y la mayoría de ellos con una facilidad sorprendente.
Debemos añadir que, aún así, hay autores que utilizan todavía el método tradicional, y luego trasladan sus manuscritos al formato electrónico. Y existen otros a los que también les gusta intercambiar ambas formas: tienen su cuaderno para estructurar la historia que van a crear, escriben ideas, datos clave... y luego, cuando ya tienen esa línea trazada, se disponen a plasmar la obra en su ordenador.
Lo que está claro es que las tecnologías vinieron para quedarse, y con el paso de los años se han ido mejorando para ajustarse a nuestras necesidades. Hoy en día no concebimos recibir una carta de un amigo o de un familiar escrita a mano, ni siquiera pensamos en recibirla en nuestro buzón físico de casa. Aunque tengo que confesar que a mí me siguen haciendo más ilusión esas tarjetas navideñas con la dedicatoria escrita de puño y letra del remitente, que las típicas cadenas que se envían a través de whatsapp o del correo electrónico. Supongo que la razón es porque es más personal, o bien, porque soy un poco anticuada, quién sabe -aunque yo me prefiero llamar "romántica"-.
¡Hasta el lunes que viene! Gracias por estar ahí.
¡Feliz semana!
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