¿QUÉ NOS INSPIRA?

     ¡Hola a tod@s!

    ¿Cómo estáis? Después de este fin de semana "librero" he estado pensando en la cantidad de personas que, cada vez más, escriben -ya sean novelas, relatos, poesías, biografías, etc.-, y eso me lleva a la entrada de hoy. Me gustaría hablar de esa inspiración que hace que los escritores construyan una historia. Pero ya no solo eso, sino qué es lo que hace que las personas, en un momento dado, digamos: "hoy estoy inspirada". No hay que ser escritor para pensarlo; de forma inevitable, nos sentimos unos días mejor que otros, y entonces podemos encontrarnos con esas ganas de querer conseguir aquellos retos que dejamos para más adelante porque "no estábamos inspirados". Es cierto que esta expresión se utiliza, sobre todo, en el mundo literario; pero, yendo más allá, creo que podría aplicarse a muchas facetas de la vida, e incluso en el día a día. Porque cada vez que tenemos que hacer algo, requiere de un mínimo esfuerzo por nuestra parte, y ello necesita de esa "inspiración", de esas "ganas de hacerlo y conseguir realizarlo como debe ser". También podríamos aplicarlo en gran cantidad de profesiones: peluqueros, diseñadores, cocineros, pintores... Todos ellos necesitan de esa "inspiración" para conseguir triunfar en su trabajo, o al menos, lograr el objetivo que buscan. Ahora bien... ¿Cómo se consigue?

    

      Podríamos pensar en muchas cosas que consiguen hacernos sentir bien e inspirarnos. Lo primero en lo que creo que todos coincidiríamos sería en la música. A todos nos gusta un estilo u otro, y cada uno tenemos esa canción o esas canciones favoritas que nos arrancan una sonrisa en cualquier momento. Incluso si queremos buscar música concreta "para inspirarse" la podemos encontrar, y he de decir que funciona. También puede que haya personas que piensen que lo mejor para inspirarse quizás sería ir a un lugar maravilloso donde nos encontremos solos escuchando el silencio y disfrutando de una puesta de sol, o de las olas del mar, o incluso en el monte, rodeado de naturaleza, o simplemente pasear por nuestra ciudad.

    Lo cierto es que parece algo sencillo el conseguir esta inspiración a la que nos referimos, pero no siempre lo es. De hecho, existen ejercicios, terapias, y multitud de consejos para lograr inspirarse y romper con ese "bloqueo mental", y no siempre logran su cometido. Si comenzamos a buscar información acerca de este tema, veremos que la inspiración la relacionan, concretamente, con actividades creativas: escribir, pintar, dibujar... Y cada tipo de ejercicio se dirige a cada una de ellas. Además, es muy importante gozar de buena salud y cuidarse: comer bien, hidratarse y dormir lo suficiente son factores que pueden influir mucho a la hora de desarrollar nuestra capacidad inspiradora. 

    Siguiendo esta línea creativa, si nos basáramos solamente en qué inspira a los escritores, entonces aquí tal vez abriríamos un debate que daría para varios posts... Por ejemplo, a algunos autores les ayuda leer cosas tristes para lograr una historia de amor conmovedora; estar deprimido para escribir versos maravillosos; escuchar música clásica para escribir esa escena donde se va a asesinar a uno de los personajes; ver una película de género similar al que está escribiendo para poder terminar su historia... En concreto, a Nicholas Sparks le preguntaron en una entrevista qué tipo de películas le influyen a la hora de escribir sus novelas y contestó que "Dirty Dancing", "Casablanca", "Titanic" y "Ghost" son películas que le inspiran. "Se deja tiempo necesario para que el amor se desarrolle de forma natural, como es en la vida real. Además, no solo se siente el amor, también se siente la ira, la traición, los celos, el suspense, la tensión y también la tristeza. Cómo unas emociones juegan de tal modo para originar otras distintas es lo que me inspira", contestó. También mencionó la lectura, en concreto, hizo referencia a dos libros: "De aquí a la eternidad" y "Adiós a las armas". 

    Hemos hablado de la música, las olas del mar, el silencio... Todo esto puede que nos ayude a concentrarnos y conseguir el cometido que planteamos hoy. Sin embargo, creo que hay algo aún más importante que nos empujaría a conseguirlo: una buena noticia. Sentir que "todo está bien" hará que nuestra mente se relaje y pueda concentrarse. Creo que eso es lo que más puede inspirar a una persona. Las buenas noticias hacen que nos llenemos de euforia, de felicidad, de ese deseo por luchar por nuestros sueños y mirar hacia el futuro. Lo que realmente creo que inspira es la alegría que da el oír algo que nos empuja a pensar que la vida está llena de cosas maravillosas. 

    ¿Y a vosotros qué es lo que os inspira? ¿Qué os hace sentir bien y os da esas ganas de seguir adelante? 

    ¡Hasta el lunes que viene! Gracias por estar ahí.

    ¡Feliz semana!

EL DÍA DEL LIBRO

     ¡Hola a tod@s!

    Como sabéis, el próximo 23 de abril es el Día del Libro; una fecha clave que se escogió porque guardaba relación con el ámbito literario, ya que fue el día en el que falleció Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega, en el año 1616. Nunca se me ha dado bien la historia de la literatura en sí, pero este tipo de datos me gusta recordarlos... 

    Desde hace tiempo, el Día del Libro es una fecha especial para mí, aunque es verdad que nunca me ha dado por celebrarla; pero siento como una ilusión innata que no sé cómo explicar. Me imagino las calles de todas las ciudades llenas de puestos en los que venden multitud de libros y, cómo no, pienso en que algún día puedan estar ahí alguno de los míos; en concreto la novela que tengo entre manos. Además, imagino a numerosos autores firmando sus obras, inventando dedicatorias para cada ejemplar -aunque hay algunos que siempre utilizan la misma, la verdad es que creo que el ir improvisando es lo más complicado, aunque no por eso deja de ser maravilloso-. Es bonito soñar, tener ilusiones y, sobre todo, mucha, mucha imaginación. Por eso, para un escritor, o futuro escritor, lo importante es seguir creando, aunque esté lejos de dar por terminada esa creación. ¿Quién sabe? Quizás tenga razón quien dice que los libros son como la cocina, y para eso hacen esta comparación: los mejores guisos son los que se hacen a fuego lento, tal vez pase lo mismo con las novelas que tardan en ver la luz...

    Pero, volviendo a la fecha del próximo sábado, me gustaría saber qué es lo que significa este día para vosotros. Creo que para cada persona, los libros tienen un significado diferente. Incluso habrá a gente que no le digan nada; no obstante, estoy convencida de que todos, en algún momento, os habéis dejado llevar por esas emociones que encontramos en una buena historia. Una historia tan apasionante que nos ha alejado totalmente de la realidad, y nos ha empujado a soñar y a imaginar un nuevo mundo donde nos hemos sumergido. Y también pienso que habéis sentido esa ilusión tan característica cuando os han regalado un libro en alguna ocasión. Tal vez hoy en día no esté tan de moda, pero el regalar un libro creo que es uno de los detalles más bonitos que se pueden tener; aunque cada vez se haga menos, pero creo que es una costumbre que no se debería perder. 

    Cuando somos pequeños, el leer se nos inculca como una obligación, sin explicarnos que puede ser un juego divertido en el que poder viajar desde nuestro cuarto. Recuerdo que, de muy jovencita, cuando iba con mis padres y mis hermanos a algún centro comercial, yo me perdía en la sección de los libros. Podía pasar allí horas sin darme cuenta, y es que había algo que me ataba a cada uno de los géneros. Y me imaginaba que, algún día, mis libros también estarían en esos estantes. Adoraba aquel olor, me enamoraban las cubiertas tan maravillosas, los colores, los títulos... Y las sinopsis de los libros que iba leyendo me invitaban a querer tener gran parte de ellos. Creo que es algo maravilloso adentrarte en este mundo, rodeado de este aroma indescriptible que, sin saber por qué, a nadie deja indiferente. Y mirar desde el punto de vista del autor: ser consciente de que sus obras se encuentran entre tantas joyas literarias, lecturas del momento, incluso premios importantes, creo que debe ser una sensación incomparable. 

    Es cierto que siempre me ha gustado estar rodeada de libros y poder sacar tiempo para leer y disfrutarlos; pero, sin poder evitarlo, la gran mayoría de las veces tiendo a imaginarme ese otro punto de vista, que ya os he comentado: el de la persona que escribe esas historias y consigue hacer soñar a los demás. Aunque, como sabéis, a través de Amazon he podido sacar a la luz dos libros (Escritos de una adolescente y Relatos cortos - Desengaños y traiciones), lo que de verdad me gustaría es publicar novelas. De alguna manera, quizás eso signifique para mí el día del libro: un sueño por cumplir, y la ilusión de seguir disfrutando leyendo.

    ¿Y para vosotros? ¿Qué significa el Día del Libro?    

    ¡Hasta el lunes que viene! Gracias por estar ahí.

    ¡Feliz semana!

LOS FINALES PERFECTOS... ¿EXISTEN?

     ¡Hola a tod@s!

     Hoy quiero hablar de lo más importante en el argumento de una historia: el final. Y es que con las novelas ocurre lo mismo que con las pelis; hemos podido estar encantados desde que las empezamos, pero si el final no nos gusta, esa película o ese libro perderá todos los puntos a la hora de calificarlos. También puede ocurrir lo contrario, es decir, empezamos a leer un libro sin mucho interés porque no nos está enganchando demasiado y, de repente, ocurre algo que nos empuja a seguir y, después, el final del mismo hace que lo consideremos como una historia apasionante. No obstante, creo que esto puede pasar más con las películas que con los libros, porque mucha gente si empieza un libro y no le gusta, vuelve a dejarlo en la estantería. Salvo que tengan esa rara manía de no querer dejar ningún libro a medias, y sigan leyendo hasta terminarlo...

    Está claro que lo ideal es poder enganchar al lector desde el minuto uno, prometer una buena historia, conseguir contarla y, además, dar con ese final sorprendente que haga de esa novela un buen libro. Sin embargo, para poder considerarse un "buen final", ¿creéis que debe terminar siempre bien? Me explico. En ocasiones, hemos podido leer novelas que nos han enganchado y hemos ido imaginando cómo queremos que se cierre cada una de las historias que la forman. Después, cuando hemos llegado a ese desenlace tan esperado, quizás, siendo un poco críticos, hemos pensado que "no es creíble", que el escritor "no ha sido original", o que "ha sido demasiado positivo"; o incluso que era muy "obvio" ese desenlace. Es cierto que, tal vez, para que sea un "final creíble", no debe terminar siempre bien.

    Sin embargo, ¿para qué están las novelas si no es para soñar? A veces nos sumergimos en una historia para desconectar de la rutina -por no decir la mayoría de las veces-, y es importante tener en cuenta esto, porque un final feliz puede alegrarnos el día. No obstante, la vida no es "perfecta", por lo que existirán lectores que esperarán un final más coherente, cercano a la realidad que nos rodea. En mi caso, no os voy a engañar, prefiero un final feliz. Pero aquí, nos adentramos en otro debate... ¿Cómo valoramos que ese final es, realmente, un "final feliz"? Está claro que nunca va a existir un final que guste a todos; lo que podríamos llamar "un final perfecto". Hay gente que prefiere, por ejemplo, los finales abiertos, para dar rienda suelta a la imaginación y pensar en un desenlace propio y personal. Otros, sin embargo, prefieren que queden todas las tramas bien atadas y terminadas, sin insinuaciones ni tapujos; y he de decir que yo me incluyo en este segundo grupo. Aunque confieso que, cuando escribo, me pasa todo lo contrario. Me gusta pensar en finales que dejen abierta la puerta a la imaginación del lector; aunque no siempre lo hago. También puede que dependa mucho del tipo de historia. Además, tenemos que pensar que, cuando leemos un libro, puede que nos pongamos en el lugar del protagonista, pero también habrá lectores que, de alguna manera, tengan empatía con el antagonista, y por eso deseen que no le vaya del todo mal a esa persona que está tratando de estropearlo todo en la historia. ¿Entonces, qué tipo de final se espera? Quizás lo "ideal" sea el equilibrio: que al "bueno" le salgan bien las cosas en su justa medida, y que el "malo" tenga su escarmiento pero sin llegar a ser crueles.

    ¿Y para vosotros? ¿Qué debe tener un buen final? ¿De verdad existe en una historia el "final perfecto"?

    ¡Hasta el lunes que viene! ¡Feliz semana!

LOS PERSONAJES DE UNA NOVELA... ¿COINCIDEN EN LA PANTALLA?

     ¡Hola a tod@s! ¿Qué tal estáis?

    La entrada que subí la semana pasada me ha hecho pensar en un nuevo tema del que poder hablar hoy, se trata de lo que creo que es lo más importante en una novela: los personajes, en concreto, los protagonistas. Pero, no solo eso, sino, en cómo nos imaginamos su físico, y si coincide o no cuando vemos esa historia trasladada al cine, plasmada en la pantalla. 

   Existen muchas teorías sobre los "típicos" personajes en una historia o, mejor dicho, existen tendencias a aplicar "tópicos" a la hora de crear esos personajes. ¿Pero todos los imaginamos igual al leer esas descripciones? Algunas veces, puede que no veamos al protagonista tal y como nos lo ha descrito el autor en su obra, ya sea porque tendemos a cambiarlo en nuestra mente según sus acciones, o bien, dependiendo del mundo que le rodea, lo vamos dibujando en nuestra imaginación de forma muy distinta a cómo hemos leído en su descripción. No obstante, pienso que hay casos en los que todos podríamos coincidir. Por ejemplo: nos dicen que pensemos en cómo sería una bruja, y nos preguntan cómo nos imaginamos que tendría el pelo; creo que todos diríamos que lo tendría largo y despeinado. Después, si tuviéramos que dibujarla, iríamos pensando en sus rasgos faciales, y quizás podríamos ponerle la nariz grande y puntiaguda, algunas verrugas en la cara, los dientes oscuros y mal alineados... Pero porque es un personaje que se ha utilizado de forma genérica en muchas historias, y nos lo han mostrado más o menos de esta forma. Sin embargo, ¿ocurre lo mismo con personajes que se crean de cero, sin ningún tópico, partiendo de la descripción del escritor y formándose en la propia historia? No es de extrañar que, si varias personas leemos una obra concreta, cada una se imagine al protagonista de un modo diferente; a pesar de haber leído la misma descripción en la propia historia, y de que el escritor haya tratado de transmitirnos la imagen de ese personaje de una forma concreta.  

    Esto lo comprobamos en el momento en que se traslada una novela al cine. Quizás respeten -aunque no siempre-, las descripciones que realiza el autor en su libro a la hora de buscar los actores que interpretarán los personajes de la historia. Sin embargo, en algunas ocasiones -creo que en la mayoría- casi siempre nos sorprenden las personas que los interpretan, ya sea para bien o para mal, y puede que en muchas ocasiones no coincida la cara del protagonista en la película, con la cara que nos habíamos imaginado en el protagonista de la novela. ¿Habéis visto "Noches de tormenta"? ¿Os imaginabais al huésped que va al hotel, como Richard Gere, el actor que lo interpreta? En alguna ocasión hemos hablado de la película: "El diario de Noah", ¿habríais elegido a Noah o a Allie tal y como nos los muestran en la película cuando son jóvenes? Estoy convencida de que algunos diréis que sí, y otros muchos diréis que habríais escogido a otros actores para interpretar estas películas. Esto es lo bonito de las novelas, en realidad, imaginarnos a los personajes de una forma diferente, y hacerlos nuestros de modo que sean como queremos verlos. 

    ¿Creéis que hay como una especie de norma que debe ser respetada? Por ejemplo, cuando leemos una historia y nos describen a una mujer con mucho carácter, ¿debe tener el pelo largo o corto? ¿Sería rubia o morena? ¿Y en el caso de un hombre? ¿Creéis que se deben respetar una serie de reglas para hacer más creíbles a nuestros protagonistas? Es muy difícil, a la hora de desarrollar una novela, dar con una descripción "acertada" del personaje para que el lector se lo imagine como queremos que lo vea. Además, puede que las propias acciones nos vayan diciendo cómo debemos describirlo; sin embargo, conseguir hacerlo de tal manera para que lo imaginemos todos igual, es una labor muy complicada, o casi diría imposible. Sobre todo, este tipo de dificultades ocurren con novelas del estilo de Nicholas Sparks. A parte de las que he nombrado antes, se me ocurre, por ejemplo, la película: "Si decido quedarme", basada en la novela de Gayle Forman; me sorprendió un poco la actriz que escogieron para interpretar a Mia, la protagonista. No suele ocurrir lo mismo con las películas de "Harry Potter", o "El señor de los anillos". En estos géneros, las descripciones de los personajes están muy bien construidas porque son necesarias para el curso de la historia. 

    ¿Vosotros qué pensáis? ¿Coinciden el físico de los personajes de una novela cuando los veis en pantalla? ¿En qué películas, basadas en un libro, os ha ocurrido esto?

    ¡Hasta el lunes que viene! ¡Feliz semana!