martes, 19 de agosto de 2025

EL LECTOR BETA

  ¡Hola! ¿Cómo estáis?

  Hoy me gustaría hablar de una persona (o personas) clave que todo escritor –sobre todo si es novel–, debería tener en cuenta antes de publicar sus obras. Me estoy refiriendo a los “lectores beta”; su papel es muy importante y puede marcar la diferencia entre una historia que simplemente se entiende, y otra que realmente engancha y conecta con el público. Ahora bien... ¿Qué es un lector beta y por qué es tan necesario?

  Un lector beta es una persona que lee el libro antes de su publicación para dar una opinión sincera junto con una crítica constructiva. Siempre me ha gustado esta expresión: “crítica constructiva”. No se trata de machacar la obra, sino de aportar una visión que ayude a que sea más atractiva y de este modo pueda llegar a gustar a futuros lectores.

  La función principal del lector beta consiste en detectar posibles errores en la trama, personajes poco desarrollados, contradicciones, diálogos que no aportan nada o incluso errores en el ritmo narrativo. No se enfoca en la gramática –aunque si observa fallos de este tipo también los puede (o debe) señalar–, sino que se centrará en cómo se percibe la historia en general: si la trama engancha, si el final es satisfactorio, si el protagonista o la protagonista es creíble, etc. Contestar a este tipo de preguntas es lo que ayudará al autor a revisar su obra desde otra perspectiva más cercana al público real.

 

 

  No hay un número exacto de lectores beta que todo escritor debería tener. Lo más importante es que representen a nuestros futuros lectores según el público al que nos dirigimos. Lo ideal es buscar a personas que lean de forma habitual sobre ese género en concreto; aunque lo cierto es que esto no es una regla escrita y muchos apuestan por la variedad, porque esos lectores beta pueden darte visiones complementarias.

  Por otro lado, se aconseja que no sean personas muy cercanas, ya que se cree que tenderán a decir sólo aquello que les ha gustado de la novela y se guardarán la crítica negativa, para no herir los sentimientos del autor. Sin embargo, yo soy de la opinión de tener varios tipos de lectores; también personas cercanas, sobre todo las que sabes que van a ser sinceras y te aseguran que serán honestos con tu obra.

  A pesar de que recibir críticas puede ser difícil, es parte del proceso creativo y el tener lectores beta es imprescindible para pulir la obra. De este modo, se podrá aportar esa famosa “crítica constructiva” tan necesaria y así mejorar el libro. No obstante, esto no significa que se deba cambiar todo lo que los lectores beta sugieren, pero sí es necesario que analicemos los comentarios y detectemos aquellas partes coincidentes entre ellos. Si tres lectores distintos opinan lo mismo sobre la trama, alegando que es confusa o que no es del todo creíble tal y como está planteada, lo más probable es que debamos trabajarla mejor.

  ¿Y vosotros? ¿Habíais oído hablar de los lectores beta? ¿Os gustaría participar en este proceso y ser uno de ellos?

  Por hoy me despido. Gracias por estar ahí.

  Hasta el martes que viene. ¡Feliz semana!


PD: Nunca dejéis de soñar.

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