¡Hola! ¿Cómo estáis?
Hace años, tuve una época en la que me dio por leer poesía. De hecho, todavía guardo numerosos poemas en un archivador. No me importaba que fueran de autores conocidos o no, si me gustaban los recopilaba y los leía de vez en cuando. He de confesar que uno de mis poetas favoritos era Pablo Neruda, aunque por supuesto leía a “todos los grandes”: Federico García Lorca, Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado… No sé qué hizo que dejase de sumergirme en este tipo de lectura, ni siquiera recuerdo cuándo decidí definitivamente apartarla a un lado. Tal vez todo tiene sus tiempos, o quizás al darme cuenta de que me gustaba escribir más novelas que poemas, tomé la decisión de dejarlos. Sin embargo, es muy curioso, porque todavía recuerdo de memoria algunos versos de aquellos poemas. Quizás es lo que tenga esta clase de lecturas, que tal vez es más sencillo retenerlas.
Para los amantes de este tipo de literatura, resulta muy placentero leer poesía en cualquier momento. No obstante, igual que ocurre con los géneros de las novelas, creo que existen tipos de poemas para diferentes épocas del año o, mejor dicho, que son inspirados y escritos para distintos períodos del año. No recuerdo cuándo leía más poesía en aquel tiempo que me dio por hacerlo, pero creo que en la época estival era cuando menos me sumergía en ella.
Estas lecturas son muy accesibles y fáciles de leer en cualquier momento y lugar, ya sea en la playa, en el trayecto de un viaje, o frente a la chimenea una tarde lluviosa. Sin embargo, las estadísticas apuntan a que cada vez más los lectores nos inclinamos por leer historias, ya sean relatos o novelas, y la poesía quizás se está quedando en otro plano distinto. No obstante, todo dependerá del público al que preguntemos, porque siempre hay excepciones, pero es cierto que puede que no sea tan popular como otros géneros literarios.
De todos modos, no debemos olvidar que la poesía ha sido una forma de expresión artística durante siglos y puede llegar a emocionar de una manera muy especial. Con muy pocos versos es capaz de llegar al corazón y hacernos saltar las lágrimas sin apenas darnos cuenta. Esta forma de emocionar es única de este tipo de literatura; un poema nos sobrecogerá de una manera muy distinta a como nos emocionaría una novela.
Si bien es cierto que no es una lectura que abunde en muchos círculos,
existen lectores que la disfrutan tanto o más que las novelas. Por ejemplo, hay
gente que se une a un club de lectura de poesía o asiste a recitales en vivo,
que son excelentes formas de conocer a personas con intereses similares y compartir
la pasión por esta clase de literatura de un modo diferente. La poesía puede
ser una forma de crear comunidad y fomentar la conexión entre determinadas
personas; algo que es especialmente valioso en una época en la que la tecnología
nos permite estar conectados pero, a veces, nos hace sentir aislados.
¿Y vosotros qué opináis? ¿Sigue leyéndose poesía como antes? ¿Leéis vosotros de vez en cuando este tipo de literatura?
Por hoy me despido, gracias por estar ahí.
Hasta el martes que viene. ¡Feliz semana!
PD: Nunca dejéis de soñar.
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