lunes, 15 de agosto de 2022

DIVERTIRSE LEYENDO

    ¡Hola a tod@s!

    Me gustaría dedicar la entrada de hoy a esos libritos que seguro muchos de vosotros guardáis como si fuesen un tesoro. Esas primeras lecturas que llegaron a vuestras manos a muy corta edad. Es increíble los libros tan ingeniosos que se hacen para niños; a cuál más bonito y colorido. Además, todos tienen algo en común: consiguen sacarnos una sonrisa. No importa los años que tengamos, si vemos un libro infantil, sin poder evitarlo, nos hace sonreír. Y nos hace viajar a aquella época en la que el ingrediente más importante era la diversión, y para conseguirla nos hacía falta tan poco que solo con pensar en ello nos damos cuenta de lo bonito que era ser niño. 

   No obstante, lo que de verdad es emocionante es observar el tipo de libros que nos van acompañando según la etapa por la que vamos pasando a lo largo de nuestra vida. Es decir, cuando estamos empezando a descubrir los colores, los dibujos... esa etapa, la primera infancia, está llena de magia. Después, cuando nos adentramos en el maravilloso mundo de las letras y comenzamos a aprender a leer y a escribir, sentimos eso tan importante que tiene un niño: la imaginación. Pero una imaginación que es capaz de hacernos transportar a lugares fascinantes donde el único objetivo es ser feliz y disfrutar de cada detalle que nos rodea. Más adelante, cuando empezamos a tener "uso de razón", vamos también cambiando de tipo de lecturas: es innegable que cada libro que leemos nos va acompañando conforme adquirimos distintas experiencias en la vida. 

    Sin embargo, creo que a lo largo de la historia de la literatura existen libros que son eternos. Hay cuentos que hemos escuchado toda la vida y jamás nos cansaremos de ellos. Sin importar la edad que tengamos. Es evidente que conforme pasa el tiempo, y dependiendo de los gustos de cada uno de nosotros, nos inclinaremos a leer historias de distintas temáticas -aventuras, ciencia ficción o cualquier otro tipo de género-, pero existirá algo en común entre todos esos momentos en los que nos dispondremos a elegir este tipo de lecturas tan variadas, y es que nos inclinaremos por libros que nos hagan sentir bien. 

    De todos modos, aunque ya no seamos niños, el tipo de libros a los que he hecho referencia al comienzo de la entrada de hoy creo que cumplen ese cometido, el de hacernos sentir bien. Porque, como he dicho, no importa nuestra edad, siempre nos harán sonreír.

    ¿No era bonito aprender sobre los animales a través de una historia? Comprendíamos la diferencia entre los mamíferos y los ovíparos, y dónde vivía cada uno de ellos. ¿Y qué me decís de esos libritos en los que tenías que ir descubriendo cómo avanzaba el cuento levantando solapitas en cada página? También había esos otros que estaban formados por diferentes ventanas y, conforme pasabas de hoja ibas moviéndolas, y se convertían en un dibujo que formaba parte de la siguiente viñeta de la historia. Haciendo memoria, recuerdo que tenía uno con algunas ilustraciones en relieve, y al pasar la página podía sobresalir un personaje o cualquier lugar mágico de la historia. 

    Por otro lado, también eran divertidos esos libros en los que el protagonista era un niño, pero no un niño cualquiera, sino esos que son más curiosos de lo normal a esa edad, y hacen un montón de preguntas a las que, según lo que le van diciendo los adultos que le rodean, va deduciendo sus propias respuestas. La verdad es que es admirable la imaginación de un niño. Cuando eres tan pequeño, cada cuento es una aventura que vives al límite, sin ser consciente todavía de que algunas de esas historias pueden servirnos como lección en la vida. 

    Creo que lo más importante es disfrutar leyendo aquellos libros que nos gusten y nos hagan pasar un buen rato. Está claro que según la edad que tengamos serán unos u otros. Pero lo que sí es seguro es que siempre existirán libros maravillosos que nos dejarán huella y nos sacarán una sonrisa cada vez que los leamos. Y es que hay lecturas que son eternas y libros que siempre serán especiales.

    ¿Y vosotros? ¿También pensáis que existen lecturas mágicas, de esas que siempre consiguen hacernos sonreír?

    ¡Hasta el lunes que viene! Gracias por estar ahí.

    ¡Feliz semana!

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