¡Hola! ¿Cómo estáis?
Cada vez es más común leer en formato digital y eso hace que el método tradicional quede en un segundo plano para
muchos. Pero, ¿de verdad llegará un momento en el que sólo tendremos libros
digitales y el libro físico desaparecerá? Si es así –algo que dudo, aunque
habrá opiniones de todo tipo–, surge entonces otro debate: ¿qué pasará con las
librerías llegado este caso?
A pesar de que la venta online ha aumentado mucho en los últimos años, la estadística apunta a que las librerías físicas siguen siendo un lugar importante para numerosos lectores. En mi opinión, creo que la experiencia de poder tocar los libros, el sentir ese aroma que tanto nos gusta y disfrutar del ambiente acogedor que ofrece una tienda física, no puede compararse con la compra de libros a través de Internet.
Además, otra de las ventajas que tienen las librerías
es que, basándose en nuestras preferencias, los vendedores nos pueden ofrecer recomendaciones
personalizadas, lo que tal vez nos empuje a descubrir nuevos autores y títulos.
Esto es más difícil que ocurra en la compra online, puesto que lo más seguro es
que directamente busquemos el libro concreto o ese escritor favorito, y no
vayamos más allá; salvo que nos lo hayan aconsejado previamente o hayamos leído
buenas reseñas de esa obra en cuestión.
Por otro lado, en las librerías se suelen organizar eventos y actividades; es muy típico los clubes de lectura y talleres, así como
presentaciones de libros, lo que hace que se mantengan vivas y se fomente la
interacción entre los lectores.
Sin embargo, debemos admitir que el libro digital tiene múltiples ventajas: se puede leer en cualquier momento y lugar, es posible llevar en el dispositivo gran número de novelas sin tener que cargar con ellas y, además, suele ser más fácil poder conseguirlas en este formato.
No obstante, todavía se lee mucho en papel. Por ello, las librerías físicas no parecen estar en peligro de extinción. De hecho, según el análisis de tendencias de lectura y libros en España de 2025 que cita la Federación de Gremios de Editores de España, "las librerías tradicionales siguen siendo el principal canal de venta de libros, representando el 44% del mercado, frente al 26% de Internet". Es posible que, en lugar de desaparecer, las librerías puedan evolucionar para adaptarse a las necesidades cambiantes de los lectores y ofrecer así una experiencia más personalizada y comunitaria.
¿Y vosotros qué pensáis? ¿Desaparecerá la venta física o seguirán existiendo tiendas de libros?
Por hoy me despido. Gracias por estar ahí.
Hasta el martes que viene. ¡Feliz semana!
PD: Nunca dejéis de soñar.
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