viernes, 26 de febrero de 2021

¿HEMOS CAMBIADO?

    ¡Hola a tod@s! ¿Cómo estáis?

     Llevo días queriendo escribir en el blog. A veces te programas cosas y te planteas llevar una rutina, y la propia vida se encarga de romper todos los planes ¡jajaja! 

    Supongo que también os pasará, no lo sé, pero, ahora que se acerca el mes de marzo, mi mente no hace más que recordarme que se va a cumplir un año del confinamiento tan traumático que tuvimos y, por supuesto, se cumple un año desde que fuimos realmente conscientes de la gravedad que toda esta situación está provocando...

     Está claro que hemos sufrido un antes y un después en nuestras vidas. Dicen que siempre hay que ver el lado bueno de las cosas (en mi opinión no siempre lo hay) pero, pensando en ello; esta pandemia quizás nos ha hecho apreciar más todo aquello que antes pasaba desapercibido, a valorar más los pequeños momentos, a no dejar para mañana esa llamada a tu madre, o a tu mejor amigo... Tal vez son detalles que siempre debimos apreciar, pero creo que, toda esta situación, nos ha empujado a pensar de otra manera y a plantearnos cuáles son nuestras prioridades. Y en lo feliz que nos hacen esas pequeñas cosas, y tal vez a querernos un poco más ¿o no? ¿Vosotros qué pensáis?

    Hoy quiero compartir unos pequeños trozos de inspiración que nacieron hace casi un año, en medio de todo este caos, con algún cambio que hice hace poquito... Supongo que, de alguna manera, os sentiréis identificados:

   "...Y como dice la canción: mañana solo será una noticia más... Cambian los números, suben los muertos, la puerta sigue sin poderse abrir... Las calles vacías, la noche callada... El día se viste de luto un día más, o un día menos como nos quieren mostrar... Los médicos trabajan como nunca, las ambulancias alcanzan velocidades insospechadas, los semáforos funcionan para nadie y los pasos de cebra nunca han estado tan vacíos. Enciendo el televisor; mala idea: el número ha vuelto a subir, y no precisamente el de las altas. Apago la tele, me tumbo en el sillón y pienso en lo vacía que tengo la nevera... Observo el reloj, me levanto y miro por la ventana. Un vecino se asoma, no sabía que tocase la guitarra. Veo a otro vecino que saluda acompañado solo de su perro. De pronto, los balcones se llenan, el silencio se rompe y se inunda de aplausos. La comunidad se cubre de música que nos da esperanza y nos ayuda a seguir vivos. A pensar en que un día esto acabará y podremos respirar. Miraremos hacia atrás y veremos que solo ha sido un mal recuerdo. Una horrible pesadilla que paró al mundo... Paró a las reuniones que no podían esperar. Paró a todas esas cosas importantes que no se podían hacer en otro momento. Paró esas visitas pendientes; esos viajes pospuestos... Todo aquello que era obligatorio y que era imposible que pudiera dejarse para otro día, todo aquello, también paró... Todo se convirtió en luces y sombras, en pequeños trozos de vidas... Pequeñas vidas a medias sin poderlas compartir... Primero esa rabia se convirtió en anhelo, ese anhelo en esperanza, y esa esperanza al fin volverá a convertirse en vida; porque recuperaremos todo lo que fuimos. Pero volveremos sin ser los mismos; pues hemos aprendido a valorar lo que tenemos alrededor, y, sobre todo, a valorar lo que es importante y no darle importancia a lo que no lo tiene. Sin embargo, aprenderemos a dársela a esos pequeños detalles que forman nuestra vida, que nos forman a cada uno de nosotros, y juntos sabemos que formamos algo maravilloso, que es valentía. Y, de repente, todo pasará y todo llegará: llegarán esas reuniones con amigos, llegará esa sensación de libertad, pero también llegará esa nueva normalidad... Muchas preguntas, muchas dudas, muchos miedos... Lo único que me pregunto es si todo esto nos servirá para recapacitar, para ser mejores personas, y si es verdad que ya hemos cambiado. ¿De verdad lo hemos hecho? Solo la vida nos dará esa respuesta, y nos mostrará la realidad de todos esos sentimientos que compartimos y pusimos en común. Solo la vida nos demostrará si de verdad todos remamos hacia la misma dirección, y si saldremos juntos de esto. Mi único deseo es que así sea".

   ¿Qué pensáis? ¿De verdad creéis que esto nos está haciendo mejores personas? ¿Nos está uniendo más o todo lo contrario? 

     Espero vuestros comentarios y os deseo un feliz fin de semana. 

    ¡Un abrazo!

4 comentarios:

  1. Todo esto, como bien dices, pasará, pero no estoy seguro de que nos vaya a transformar.
    Creo que en general, miraremos atrás y lo veremos como una especie de pesadilla colectiva, pero no sé si una pesadilla puede realmente TRANSFORMAR una sociedad.
    Como individuos aislados imagino que durante un tiempo diremos "qué maravillosa es/era mi vida". Pero después de ese periodo de rehabilitación, seguiremos siendo los mismos. El que era bueno, seguirá siendo bueno y el que era malo... Igual. El que era egoísta, seguirá siéndolo, y el que no, no.
    Y en cuanto a sociedad... ojalá...ojalá hayamos o estemos cambiando.
    Pero bueno... tal y como tú dices, sólo el tiempo nos lo dirá.

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  2. Creo que los que apreciabamos lo pequeño y rutinario lo hacemos más aún. Pero desgraciadamente los que eran mezquinos y cretinos lo son exactamente igual e incluso peores

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  3. Realmente muchas cosas serán diferentes. Cuando deje de ser noticia esta enfermedad, quedarán algunas fobias, la sensación de regresar a los hábitos que antes eran tan cotidianos y que ahora parecen lejanos y perdidos será como recuperar la facultad de andar, después de un largo período sin movilidad.
    ¿Le daremos importancia a las cosas mas corrientes? Si¡ Al principio si, pero luego volveremos a ser los mismos, porque las personas no aprendemos a valorar muchas cosas que creemos poseer.

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  4. Muchas gracias por escribir tu opinión! Es una pena que ni siquiera esto nos enseñe a valorar las cosas que nos rodean, pero así es. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Un saludo.

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